Cuando una persona es principiante y empieza a adentrarse en el mundo fitness, no le podemos exigir una técnica de Míster Olympia: esto es un hecho tajante, pues el camino se hace andando. Por lo tanto, requiere tiempo, adaptación del cliente y trabajo duro para conseguir trasmitir todo lo que sabemos los monitores y para que cumpla su objetivo. No es una tarea sencilla y si a eso le sumamos que la persona tenga obesidad, no solo tendremos que estar pendientes de la parte técnica de la actividad deportiva, sino que hay diversos factores a los que tendremos que prestar especial atención. Por eso, hemos realizado un top con consejos que no viene mal recordar si estás entrenando a personas con esta condición o quieres empezar a hacerlo y, así, convertirte en el mejor entrenador personal posible.
1. Tener en cuenta la alimentación e hidratación
Parece obvio, ¿verdad? Si la persona es obesa habrá que fijarse en su alimentación, ya sea de forma activa porque tengamos la formación o porque en el equipo de entrenamiento hay un dietista o nutricionista, o de forma indirecta.
No obstante, cuando se comienza con el entrenamiento es normal que las personas lleguen a extremos como dietas restrictivas o dejar de ingerir alimentos. Esto puede causar el desfallecimiento del cliente en mitad del entrenamiento, pudiendo producirse lesiones. También puede ocurrir lo contrario y que la persona consuma una cantidad alta de alimentos pesados o ultra procesado que impidan la buena práctica del ejercicio, además de existir la posibilidad de que sienta malestar estomacal, nauseas e incluso llegando a vómitos.
Si hablamos de deporte es obligatorio hacer referencia a la parte de la hidratación. Una mucho más compleja ya que muchas personas no beben agua durante el ejercicio ni siquiera, aunque el mismo cuerpo lo pida. Esto es un error, puesto que la deshidratación es de los factores más peligrosos a la hora del entrenamiento, por lo que es un buen recurso recordar durante la actividad que beban agua. Así, al igual que ocurre con la alimentación, una buena hidratación evita lesiones, ayuda a regular la temperatura y dará tiempo para marcar los ritmos y seguir entrenando al 100% de energía.
2. Hacer hincapié en el calentamiento
Enseñar y hacer énfasis en un buen calentamiento es básico. La importancia del mismo recae, principalmente, en la movilidad de los usuarios. Empezar un entrenamiento directamente sin un buen calentamiento tendrá una alta probabilidad de tener consecuencias desafortunadas, puesto que su ausencia puede ser causa directa de luxaciones, desgarros, calambres y esguinces
La persona puede sufrir algún daño por no dedicar, como mínimo, 15 minutos. Asimismo, hay que realizarlo de forma personalizada, simplemente recordando al cliente que se centre en esos puntos en donde puede resultar una lesión, ya sea porque anteriormente se lesionara o porque tenga molestias. Siempre hay que recordar que es mejor “perder tiempo” en el calentamiento que intentar dedicarle todo lo posible a la actividad, así como que por esperar un poco más lo único que ocurrirá es que se ganará en salud.
3. Escuchar al cliente
A veces se nos olvida, pero, al final, como monitor serás un referente en tu clase y al cliente siempre le surgirán dudas, a veces serán muy simples y otras tendrás que sacárselas tú como profesional.
Lo importante es estar pendiente, puesto que sabremos la situación de la persona si nos paramos a escucharla para, posteriormente, buscar una solución. Desde el primer momento es fundamental preguntarle si ha entrenado antes, si ha tenido lesiones ya sean musculares o de huesos, si tiene algún tipo de impedimento con algún ejercicio… cualquier información que nos haga conocer más al cliente y que lo haga sentir en su propia casa ayudará, no solo a crear un entorno de calidad, sino también a dar el mejor servicio posible.
4. Fomentar la motivación
Empezar a entrenar cuando se tiene sobrepeso u obesidad no es sencillo, suele partir de una pequeña llama que activa a la persona al cambio y es parte del monitor cuidarla y alimentarla con más leña para así cumplir los objetivos, que no son simples.
Llegar a la meta pasa por muchas inseguridades, momentos de abandono y dolor físico. Es ahí donde nuestra parte de “psicólogos” como monitores tiene que salir y adaptarse a cada cliente, dado que cada uno es un mundo. De esta forma, puedes tener perfiles que necesiten a ese entrenador eufórico que anima, grita y parece que nunca gasta su energía; mientras que otros requerirán del que se centra un poco en él, esto sumado a crear un grupo que trabaje unido para alcanzar juntos el objetivo.
5. No olvidarse de los estiramientos
Ayudan a mantener el rendimiento que se necesita y se deberán realizar antes (algo que la mayoría de clientes no recuerda) y después del ejercicio, habiendo, así, dos tipos:
Estiramientos balísticos previos al ejercicio.
Estiramientos estáticos para el final.
Por otra parte, se realizarán los estiramientos de los músculos que se piensen trabajar y, una vez acabada la actividad física, se deberán realizar estiramientos con el objetivo de disminuir el pulso (vuelta a la calma), favorecer la circulación y eliminar el ácido láctico. Si durante el ejercicio se plantean descansos largos, podría ser beneficioso a la hora de evitar la pérdida de elasticidad y facilitar la recuperación muscular.
Por tanto, un trabajo de estiramiento muscular completo, intenso, duradero y frecuente, hará que el rendimiento del cliente mejore.
6. Trabajar en una buena higiene postural
El sedentarismo está asociado con sobrepeso y suele ser común en puestos de trabajo donde es fácil acabar adquiriendo malas posturas como puede ser un puesto en una oficina, produciendo agarrotamiento muscular y recorte del musculo. Todo esto complica la realización de ciertos movimientos, por lo que requiere que, como monitores, prestemos atención en mejorar y en mantener la correcta posición del cuerpo, con el objetivo de evitar que se presenten dolores y lesiones, aprendiendo a proteger principalmente la columna vertebral.
7. No dejar de formarse
Y, como no, el último punto es el que todos sabemos que es muy importante pero que dejamos de lado. “Ya el lunes empiezo” ¿Te suena? A veces, por cansancio de la rutina o por enfocarnos mucho en el trabajo, dejamos de actualizarnos. No hay que dejar de lado la formación: al final todos los días salen nuevos estudios, ya sea de nutrición, psicología o entrenamientos que nos ayudan a ser un mejor monitor para el cliente, además de un sinfín de información complementaria, como cursos de marketing, edición de video para subir contenido online, el caso es no parar de moverse y ser activos tanto en el trabajo y como en tu formación.
Y si alguien sabe sobre no parar nunca y estar siempre a la última en información ese es el equipo de AreaZero, que cuenta con formadores preparados para que estés siempre a la última de todo el mundo fitness y puedas convertirte en el mejor profesional posible, contacta con nosotros no te arrepentirás.