¿Necesitas quemar las máximas calorías lo antes posible pero no te gusta correr? Descubre en nuestros blog los ejercicios que queman más que correr.
Correr es una gran forma de hacer ejercicio. Promueve la eficiencia cardiovascular, quema calorías y estimula la liberación de endorfinas que favorecen el buen humor.
Sin embargo, muchas personas encuentran aburrido el correr, mientras que otros tienen problemas conjuntos que restringen su capacidad de correr.
En este blog, te ofrecemos 5 ejercicios que queman más que correr, mientras mantienes tu mente estimulada y tus articulaciones seguras.
Alternativa #1: Oscilaciones de Kettlebell
El swing de kettlebell es un ejercicio engañosamente simple que se puede aprender rápidamente.
Este es un gran ejercicio para desarrollar la cadena posterior, que es toda la parte inferior de tu cuerpo. Además, quema muchas calorías.
El promedio de calorías quemadas es de 20.2 calorías por minuto, lo que equivale a correr a un ritmo de 10 kilómetros por hora.
La belleza del swing kettlebell es que combina el entrenamiento aeróbico y anaeróbico en un solo movimiento fluido.
Realiza el swing con las dos manos parándose con una pesa de tetera delante del cuerpo y las palmas de las manos hacia afuera.
Los pies deben estar colocados a la anchura de los hombros y los dedos de los pies apuntando ligeramente hacia afuera.
Ahora, con una ligera flexión de rodilla, mueve las caderas hacia atrás y bájalas ligeramente.
A continuación, conduce los saltos hacia adelante para que la pesa alcance el nivel de los hombros.
Alternativa #2: Saltar a la cuerda
Saltar a la cuerda es un ejercicio simple que quema muchísimas calorías.
60 segundos de saltando a la cuerda quemarán tantas calorías como un jugar a baloncesto o una carrera de 6 km.
Saltar a la cuerda es también un gran ejercicio para provocar el exceso de consumo de oxígeno (EPOC) después del ejercicio.
Esto significa que, incluso después de colgar la cuerda para saltar, seguirás quemando calorías a un ritmo prolongado durante las próximas 48 horas.
Todo lo que necesitas es una cuerda y un par de pies y estás listo para irte.
Además, es una forma extremadamente eficiente de hacer ejercicio. En diez minutos saltando a la cuerda quemarás las mismas calorías que trotando durante 12 km.
Alternativa #3: Remar
El remo es una gran combinación de ejercicio aeróbico y anaeróbico que quema muchas calorías.
Si estás remando vigorosamente (trate de mantener 200 vatios), obtendrás alrededor de 816 calorías en una hora. Al mismo tiempo, estarás dando un entrenamiento vigoroso a tus dorsales, tus muslos, glúteos, hombros y bíceps.
Remar es un ejercicio que te permite controlar cómo lo estás haciendo cada segundo. Esto re permite ajustar la velocidad o el tiempo de entrenamiento.
La máquina de remo es segura y de bajo impacto, esto te permitirá dar el 100% en tu entrenamiento sin miedo a lesiones.
Comienza cada golpe empujando desde los muslos en lugar de tirar con los bíceps. Quieres que la polea permanezca paralela al suelo durante todo el movimiento, así que asegúrate de mantener las muñecas alineadas con los mangos.
Nunca rodees tu espalda cuando estés en la máquina de remo, pero mantén la columna vertebral recta en todo momento.
Alternativa #4: Ciclismo
El ciclismo es una actividad de grupo divertida que hará que el sudor se derrame por tu cuerpo a medida que pedaleas quemando calorías.
En una sesión de tres cuartos de hora se queman unas 500 calorías. Pedalear es un ejercicio de menor impacto que correr, lo que también aumentará tu nivel de resistencia cardiovascular y el tono muscular.
Cuando pedaleas en una posición estacionaria, también estás estimulando al máximo los músculos de tu área central.
Una clase de spinning es una forma atractiva, social y desafiante de hacer ejercicio.
Con estos ejercicios que queman más que correr conseguirás quemar las calorías que te propongas. Consulta nuestro blog 5 consejos para manejar el stress.
Esta información es para propósitos educativos solamente y no tiene la intención de sustituir el diagnóstico o tratamiento médico. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema o condición de salud. Siempre consulta con tu médico antes de cambiar tu dieta, alterar tus hábitos de sueño, tomar suplementos o comenzar una nueva rutina de ejercicios.