Cuando se trata de objetivos de salud, realizar más ejercicio significa comer saludablemente. Pero si la idea de sudar en un gimnasio no te inspira para que tu corazón bombee, no termina ahí. Aunque muchos de nosotros asociamos el ejercicio con hacer ejercicios con máquinas cardiovasculares, lo que a menudo pasamos por alto es la forma más antigua de actividad física que existe: caminar.
Ok, puede que no se trate de los Juegos Olímpicos, pero es un gran inicio cuando se trata de fijar metas y ponerse en forma. He aquí cinco grandes razones por las que no debemos pasar por alto el hecho de comenzar a caminar.
Es un antiestrés.
¿Un día duro? Puede ser tentador refugiarte en Netflix y disfrutar de una maratón de películas y series, pero una investigación ha demostrado que una caminata rápida es mucho más efectiva. Como cualquier actividad cardiovascular, el cuerpo elimina un montón de endorfinas (la hormona para sentirse bien) y neuronas calmantes en el cerebro que pueden mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu autoestima.
Reduce la presión arterial
Los científicos han descubierto que treinta minutos de caminar tres veces a la semana pueden ser suficientes para ayudar a reducir la presión arterial de la misma manera que lo hace correr. Durante el ejercicio, la presión arterial sistólica aumenta para mejorar el flujo sanguíneo, lo que aumenta la cantidad de oxígeno disponible para los músculos que trabajan.
Puede ayudarte a dormir mejor
Si contar ovejas no es suficiente, prueba a ponerte las zapatillas para dormir bien. Los estudios han demostrado que tres horas de ejercicio a la semana aumentan el efecto de las hormonas naturales del sueño como la melatonina. Sin embargo, como siempre, el tiempo lo es todo – asegúrate de salir a caminar por lo menos dos horas antes de acostarte, de lo contrario el ejercicio puede actuar como un estimulante.
Puede reducir tu cintura
Puede que no alcances tantos centímetros de línea como con el HIIT para perder peso, pero caminar puede ser una herramienta efectiva cuando se trata de tus objetivos de acondicionamiento físico. Dependiendo de cuánto camines y de la intensidad, puedes perder al menos un kilo a la semana. Puede que no parezca mucho, pero en promedio, si caminas a un ritmo de cuatro kilómetros por hora (un ritmo común) puedes quemar aproximadamente 400 calorías por hora. Asegúrate de hacer frente a esas cuestas para añadir un elemento tonificante a tu paseo y añadir definición a tus gemelos, cuádriceps y glúteos. ¿Quieres evitar las trampas comunes que dificultan la pérdida de grasa? Consejos para una pérdida de peso con éxito
Es un estimulante inmunológico
No hay nada como un paseo refrescante al aire libre. A medida que el tiempo mejora, el ejercicio puede exponerte a la vitamina D, caminar para perder peso puede ayudarte a fortalecer tu sistema inmunológico y la salud de los huesos.
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