¿Cansado de siempre empezar a entrenar y terminar dejándolo? Tenemos la solución, solo necesitas saber las formas de motivarte y llevarlas a cabo.
Todos hemos pasado por eso.
Nos las arreglamos para mantenernos en un régimen de entrenamiento por un tiempo, nos sentimos muy bien con nosotros mismos, y en algún momento en el camino, nuestra motivación simplemente se esfuma.
Siempre empiezas tan inocentemente, saltándote un día o dos en el gimnasio o justificándote la holgazanería con el cansancio y la falta de tiempo.
Todo está bien hasta ese terrible momento en el que miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que hace más de un mes que no hacemos ejercicio.
Pero no te rindas todavía: aquí te dejamos algunas formas de motivarte para que vuelvas al buen camino.
1. Trabajar en la creación de un hábito de entrenamiento
Cumplir con tus metas de acondicionamiento físico es mucho más fácil si tienes en cuenta dos cosas.
En primer lugar, debes integrar el ejercicio en tus actividades diarias, preferiblemente siempre a la misma hora del día, de modo que aumente la consistencia.
En segundo lugar, debes percibir el acto de la actividad física como algo que es parte de tu estilo de vida, no solamente un medio para alcanzar una cierta meta de acondicionamiento físico.
Claro, es bueno establecer hitos en el acondicionamiento físico para mantenerlo en marcha y prevenir la monotonía, pero hacer ejercicio significa cuidar de tu cuerpo continuamente.
Los seres humanos son increíblemente adaptables, así que trata de pasar los primeros dos meses y luego todo será más fácil.
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2. Utiliza la moda como tu aliado
Por supuesto que no somos lo que vestimos, pero nuestra ropa afecta a cómo nos sentimos.
Los seres humanos sufren cambios mentales al usar ciertos tipos de ropa.
Esto significa que subconscientemente asociamos el significado simbólico a prendas específicas, mientras que alteran la forma en la que sentimos, pensamos y nos comportamos.
Para mentalizarte más rápido, mantén tu ropa de ejercicio y tu equipo de gimnasia a la vista como un recordatorio para ir al gimnasio.
En el momento en que te prepares para ir a entrenar, estarás listo para sudar.
Los colores también afectan a tu entrenamiento, el naranja y el rojo son los mejores colores para elegir, ya que pueden mejorar tu rendimiento y hacerte sentir más seguro de tus habilidades.
3. Aprovechar las redes sociales
Nos guste o no, pero todos disfrutamos de la atención que recibimos a través de las redes sociales.
Los apoyos sociales son como golpes suaves para nuestro ego, pero aquí hay otra forma de aprovechar lo que sucede a través de Facebook, Instagram y otras redes.
La influencia social de los compañeros en línea puede ser un gran factor motivador y ayudarte a mejorar tus hábitos de ejercicio.
Aunque las redes sociales son famosas por avergonzar al cuerpo, es bueno recordar que también hay lados positivos.
Tus amigos pueden ser de gran ayuda, así que si compartes tu entrenamiento a través de selecciones o documentando tu progreso con mensajes de estado y fotos, te comprometerás a llevar un estilo de vida saludable.
Aunque nunca deberías hacer ejercicio para nadie más que para ti mismo (y mucho menos para la validación externa), los medios sociales son una buena manera de poner las cosas en su sitio, hasta que establezcas tus prioridades.
4. Consigue un compañero de entrenamiento
Tener un compañero de entrenamiento es una excelente manera de seguir haciendo ejercicio regularmente.
Un verdadero amigo no tendrá piedad de tus excusas y estará más que contento de sacarte del sofá.
Hay muchos beneficios en tener a alguien con quien entrenar: es más divertido, realmente disfrutas de los ejercicios, te mantienes motivado y te sientes seguro al salir de tu zona de comodidad.
Hacer ejercicio en pareja te ayudará a aumentar tu resistencia más rápidamente y tu sensación general de ir al gimnasio es más positiva.
El apoyo emocional bidireccional es definitivamente algo que mantiene a ambos compañeros en forma.
Trata a tu cuerpo con respeto y no digas nunca “Empezaré mañana”. Solo introduce estás formas de motivarte a tu día y entrenar te resultará más fácil.
Esta información es para propósitos educativos solamente y no tiene la intención de sustituir el diagnóstico o tratamiento médico. No debes usar esta información para diagnosticar o tratar un problema o condición de salud. Siempre consulta con tu médico antes de cambiar tu dieta, alterar tus hábitos de sueño, tomar suplementos o comenzar una nueva rutina de ejercicios.